First night -privado lemon

No sabía que le daba, estaba sonriendose como niño que le llevaban al parque de diversiones o algo así, pero es que se sentía tan feliz de poder salir con ese hombre, aunque claro, primero le llevaría a un lugar divertido, divertido para ambos, además de que quería ver que le gustaba, o si se pondría nervioso, en serio que no debía tomar cuando salía con alguien, pero sabía que valdría la pena. La sex shop no estaba muy lejos, y cuando ya no aguantaran las hormonas y la tensión sexual, a unos metros más un hotel de lujo. Entró al local que estaba con sus aparadores totalmente al publico, había entrado una sola vez con henry a ese lugar, se habían reido tanto de lo que había, al igual que habían salido medio rojitos.

Se acercó curioso a uno de los aparadores diciendole al encargado que no se molestara en salir de atrás del mostrador, perfectamente podía tomar las cosas, y más que eso quería poder platicar agusto con Leo.

-Es divertido entrar a estos lugares -comentó mirando los lubricantes, presentía que lo iba a necesitar.

Sonrió cuando llegaron a ese sitio después de disfrutar de caminar con el rubio y poderle ver sonreírse y sonrojarse a saber con que pensamientos. No quería indagar en la cabeza de su niño, quería que se lo dijera solo y disfrutar paso a paso lo que sería esa relación tan rara para el mundo. Miro al dependiente, solo sonriendo por lo bajo ante la mirada que les dio, si sabía que parecía, y lo peor es que era verdad, un hombre ya hecho y derecho con un jovencito.
Observo toda la clase de cosas que ahí había, riéndose para irse a abrazar de Justin de la cadera, era interesante todo lo que ahí había.

-Son entretenidas, aunque debo decir que hay cosas que si me suelen sorprender un tanto

Como le mostro la ropa interior comestible, debía ser entretenida. Pero lo suyo era más el erotismo, como la lencería de encaje, lociones y esas cosas. Aunque acabo acercándose a unas bolitas de colores bastante llamativas y se rio al ver en donde se colocaban. Los tomo en su mano y luego se acerco a un bote de algo que parecían bolsitas de dulce o gelatinas y le dio aun mas risa al ver que eran lubricantes

-Las bolas chinas de colores estrambóticos y lubricantes de bolsillo…

No sabía que encanto tenía ese hombre, con solo haberle tomado de la cintura, hizo que un leve escalofrío le recorriera todo el cuerpo, en serio que empezaría a preocuparse de saber si no le habían puesto algo a su bebida, pero es que estar así con Leonard... era tan genial, sentir el calor de su cuerpo contra el suyo, la simple respiración cerca de su oido.

-Uno nunca sabe cuando te pueda atacar la hormona -soltó mirando lo lubricantes bastante divertido

Se siguió caminando, mirando todas las cosas que habían surtido ultimamente, desde vibradores, balas, consolodores, aun esas maquina que a su modo eran un tanto raras, una sección de fetichismo, hasta llegar a la ropa, donde se mordió levemente el labio al ver unas alitas con un conjunto de seda blanca con liguero y toda la cosa, le tomó y con una sonrisa bastante pícara se giró al mayor con esa cosa sobre puesta.

-Que te parece? -preguntó divertido, aunque lanzando otra mirada, vio un trajecito de de faldita costa pero amponcita con un delantal con bastante olancito, ese se lo llevaría a Henry

-Sí, pero me provoca risa que parecen caramelos y no lo que son.

Le dijo antes de verlo irse a recorrer la tienda, dejándole a el observando una que otra cosita, comprando a escondidas algunas cosas que le habían llamado su atención y ya usaría con Justin después cuando estuvieran solos. No pudo evitar detenerse ante la sección de libros, bueno, la edad ya le hacía que eso llamara su atención y hojear uno, que el hizo sonrojar muy ligero. Parecía su libro, escrito para ambos y quizás podrían jugar a hacer alguna de esas escenas en la intimidad. Pero dejo de pensar en eso cuando vio a su niño con esa ropa puesta, se le vería mejor si solo usara eso. Se le acerco, tomándole de la cadera y besándole suave en los labios, acercándose a su oído

-Sera mejor cuando solo te vea eso puesto, corazon

Se mordió el labio inferior, y aun siento como los observaba el encargado sujeto a Leo por la nuca, besandole en los labios mucho más profundo, esa noche era para ellos y nada más. Tomó una canasta echando esas dos cosas y lo que llevaba Leo, no llevaría mucho, después de todo tendrían bastante tiempo para jugar entre ellos. Observó entre las cosas que llevaban viendo aquel libro, le miró solo la pasta, par aluego mirar a su amor.

-Esto es lo que me deberías poner hacer reporte -le echó de nuevo riendose.

Vio unas orejitas, pero el no se veía como un gatito, aunque igual le causaban risa en todos los colores que había, al igual que una esposas con peluche del color de las orejas.

-Como cambian todo con los años -se sonrió racandose la nuca distraido

-Tu estilo no es el de gatito, ese es mas el de Henry. Aunque creo que eso lo comprara él, con su amado profesor, el tuyo tiene cosas que resolver contigo, señor Morgan..

Le dijo divertido, para pagar todo, sin importarle el encargado y uno que otro comprador de ahí que los observaban. Tomo a su rubio de la cadera, besándole el cuello mimoso y cuando le saco de la tienda, bajo una mano hacia una de sus nalguitas, apretándola, junto a una mordidita a su oído. Le tomo de la mano, dirigiéndole hacia un callejón, que con eso cortarían bastante camino hacia el hotel y de paso les daría intimidad.
Lo empujo contra la pared, dejándole atrapado entre esta y su cuerpo, besándole con deseo el cuello, los labios y acariciando sus nalguitas sobre la ropa, pero acabo por adentrar una de sus manos bajo la tela y apretarla, sintiendo su piel suave.

-Me haces sentirme joven, mi precioso Justin y hacerte muchas cositas bastante sucias. Quiero hacerte gemir mi nombre toda la noche y arrancarte la ropa sobre la cama

Sonrió bastante complacido con aquella confesión, en serio que si de haber sabido todo lo que le cruzaba por su sucia cabecita de adolescente lo hubiera turbado bastante, pero que se podía esperar, si tendría bastante vivo, pero su cuerpo era de un mocoso hormonal, y que un hombre tan atractivo y poderoso como Leo le hiciera todo eso, solo lo hacía volverse un costal de hormonas.

Le pesó un brazo por su cuello, atrayendole mucho más a sus labios, para poderle besar posesivo, deslizando sus dientes por su labio inferior, y con su otra mano le acariciaba el fuerte pecho, pegando bastante su cadera contra la del mayor.

-Entonces vamos, Leonard -le dijo al oido con un tono bastante provocador- Quiero sentir como me haces tuyo... como me dejas todo llenito de tí -le dio un besito en el cuello

Se soltó poniendo sus manos tras la espalda con una sonrisa bastante pícara. Le tomó del brazo con toda la diplomacia del mundo para salir del callejón y llegar al hotel de lujo, ya con su mente había hecho con el recepcionista le tuviera la llave de la mejor suite, caminando por el pasillo hasta que al llegar al ascensor, tomó con fuerza a Leo, quedandose entre su cuerpo y el espejo.

-Lo hare, te dejare ver que los años no son en vano, mi niño

Le susurro al separarse de su cuerpo y besar su manita cuando pasó el brazo por su brazo. Agradeció el gesto con la recepcionista, no quería detenerse y todo eso, era una pérdida de tiempo, pero le gusto aun mas cuando entraron al elevador y le jalo hacia el, tomándole de una pierna, pasándola por una de las suyas, acariciándola con deseo, mientras dejaba marcas en todo ese cuello terso y de aroma tan apetecible.

Lo miro a los ojos y con una sonrisa maliciosa, le bajo el zipper, mirando la numeración de los pisos, faltaba poco para llegar, pero que mas daba?! Toco su miembro, acariciándolo con sus dedos, chupándolo el lóbulo de su oreja y susurrándole palabras algo subidas de tono al oído. Al escuchar la campanilla se separo, sin importarle mucho que unas personas entraban y seguro los habían visto. Jalo a si rubio hasta la habitación, abriéndola y al entrar, se pego a sus nalguitas, dejándole sentir el bulto que tenia entre las piernas.

-Adoro ser un pederasta si es a ti al que corrompo

Dejó sus manos a cada lado de su cabeza, mientras era acariciado de esa forma más candente, y como traición su cuerpo se había movido contra esa mano, las marcas ta vería como ocultarlas después, que eso solo lo hacía prenderse más sería un "Leonard estuvo aqui", se rió siendo jalado por el pasillo, lanzandole unas miradas a las ñoras que se quedaron cuchicheando.

Mordió su labio moviendose un poco contra aquel bultito, frotandose solo un poco, se giró tomandole de la camisa y tirandole a la cama, sentandose sobre su cadera, sacandose la camisa, dejando expuesto su blanco pecho, aunque claro donde había podido dejar marquitas eran notorias.

-Aunque... no creo que tengas mucho que corromper -bromeo

Puso sus manos sobre el pecho de Leo, abriendole la camisa de un tirón, lamiendo su cuello hasta el mentón.

Le gustaba bastante lo sensual y atrevido que era Justin, era como tratar con un jovencito….Si, por que de él, si era un jovencito en todo sentido y el mejor amigo de su hijo, era como esos libros de imágenes que leían los cinco mayores de sus hijos, era tan, hentai. Observo esa piel descubrirse y después como le abría la camisera de un jalón, removiéndose para acabar de quitársela, acercando a Justin hacia su cuerpo y besarle con sus pieles rozándose.
Le tumbo a la cama, quitándole de un jalón el pantalón y dejarle solo con la ropa interior puesta, se veía bastante erótico de esa manera. Beso su vientre, bajando hasta su cadera y rasgar la tela de la única prenda que le quedaba con sus afilados colmillos, rasguñando ligero su escroto también y lamiendo el hilito de sangre que salió.

-Jamás pensé que te tendría asi, en mi cama, a punto de hacerte mío. Está mal, tanto porque soy tu profesor, como pro el hecho que esto es técnicamente incesto.

Le acaricio el vientre, atrayendo hacia al cama la bolsa con sus cosas que habían comprado. Extrajo el tubo del lubricante, jugando a acariciar su anito con el botecito, mirándole a los ojos. Lo metió ligero, sin dejar de verle a los ojos y bajo de la cama, sentándose frente a este, viéndole bien.

-Preparate para mi, Justin…No quiero lastimarte la primera noche que pasemos juntos, además que quiero ver tu carita de placer mientras metes tus deditos en tu entradita

-Te lo dije, podrías ser mi padre y aun así te amaría con todo mi ser -le sonrió lamiendole ligeramente los labios

Se sujetó de las sábanas con fuerza mientras era desnudado, aun ese leve raguñito le hizo soltar un jadeito que subio el sonrojo de sus mejillas, pero fue aun peor cuando el lubricante llenó su anito... estaba frío!, movió primero su cadera antes de hacerlo algo, necesitaba quitarse un poco de esa sensación que le invadía el cuerpo.

Sonrió moviendo su cabeza para quitarse algunos cabellos que le caían sobre la cara, se levantó un poco, utilizando uno de sus brazos como suporte, y aunque se sentía bien lleno del lubricante, empezó a lamer su dedo medio, mirandole a los ojos mientras que le acariciaba con su lengua sensualmente, hasta sacarle brillante por la saliva, y con sus mejillas rojas, la mirada pegada a ese hombre que lo hacía un adolescente de verdad, introdujo lentamente un dedo en su anito, soltando un jadeito junto a una sonrisa, movió su cadera por instinto cada vez que se sentía más exitado, pronto ya tenía dos dedos dentro, abriendose para dejarle ver a Leo lo ansioso que estaba.

-...ah... Profesor -le miró con los ojitos turbados y esa sonrisa insolente- Metalo... por favor, hagame suyo -dijo jadeante abriendo más sus piernas, mostrando sus ingles brillantes del lubricante y lo que ya había destilado su miembro.

Había observado toda la escena con la poca tranquilidad que ya le quedaba en el cuerpo. Sentía su pantalón bastante apretado ya, y la cereza para hacerle abalanzarse contra ese cuerpecito fue verlo llamarlo de esa manera y ver sus muslitos húmedos y brillantes. Se levanto, quitándose el pantalón con calma, subiendo a la cama cuando estuvo completamente desnudo y se metió entre sus piernitas, besándole en los labios y mirándole a los ojos

-Poco te falto para llamarme padre

Le susurro divertido, besando su cuellito y tomando su miembro para dirigirlo a su entrada ya bastante dilatada y lubricada. Le beso la frente, bajando s sus labios, dándole besitos suaves, hasta que acabo de meter su erección, junto a un empujón, gimiendo bajo ante lo apretado que aun estaba

-Estas bastante apretadito..

Sonrió triunfante al ver como se levantaba e iba hacía él, había terminado más sonrojado al ver aquel cuerpo tan perfecto desnudo frentea él. Se mordió el labio inferior cuando sintió la punta que estaba por entrar en él... se sujetó a la colcha abriendo más sus piernas gimiendo bajito, pero como no hacerlo?, Leo era bastante grande, ocupandole bastante bien.

-Ah... y tu tan grande, Otto-san -gimió con una risa traviesa

Le empujó con cuidado de no sacarlo, sentandose sobre él, con la erección dentro aun dentro de él, dejó sus manos sobre el pecho del mayor, moviendose lentamente, acostumbrandose al amigo de su amado, se sentía bien... bastante bien, más que eso nunca había pensado cuanto había deseado aquel hombre, movió la cabeza haciendo aun lado algunos mechones rubios que le cortaban la visión.

-Por dios.. me siente tan bien -jadeo moviendose con un poco más de fuerza

-Bien es un término muy poco para lo que siento

Le susurro con la voz jadeando de placer al ver ese cuerpo sobre de si, cabalgando en busca de placer y mas al ver lo bien que se sentía su amado con lo que hacían, cuando recién iniciaban. Tomo la bolsa de las cosas, tomando las esposas suaves que había comprado su niño, esposando su muñeca con una del rubio, sonriéndole con algo de malicia. Le tiro de nuevo a la cama, dejando su pechito contra el colchón y movió su brazo atrapado hacia su espalda que se ya teñía de sudor, entrando de nueva cuenta a su anito goloso

Beso su espaldita suave, comenzando un vaivén ligero, no quería hacerlo venirse, no tan rápido. Acaricio su espalda con sus labios, sin dejar de entrar en su cuerpecito y sintiéndose extrañamente bien de que estuvieran esposados uno al otro

-Las esposas e..es..asi como me s..mmmm…ahh…siento desde ye te conoci