Tirado -libre-

Estaba sentado en la silla del profesor, aun era temprano para que llegaran sus compañeros, así que podía acomodarse a sus anchas, con las piernas sobre la mesa con sus botas militares nuevas, todo perfecto y el libro que le habían encargado leer en la cara para poder dormir un poco, se había levantado temprano, solo porque tenía hambre, pero no era lo suyo, así que se sentía amodorrado.

Se acomodó mejor en la silla, soñando... soñando algo, no sabía que, pero si que estaba soñando, y estaba bastante cómodo allí, balanceandose suavemente en la silla... inclinada... inclinada...

Entro con la seriedad y calma de siempre, era temprano pero eso no significaba que no podía llegar a arreglar las cosas para la clase y de paso revisar algunas tareas que había olvidado revisar y tenía que entregar hoy. Así que con sus libros en sus brazos, saludando a algunos de sus alumnos entro a su salón, observando que había un joven rubio sentado en su silla. Y no solo sentado, si no dormido, con el libro que les había asignado de tarea cubriendo su rostro y parecía que estaba a punto de caerse, lastimarse y de paso, quizás, romper su silla. Dejo de golpe sus cosas en el escritorio, mirando en silencio al jovencito para ver si se dignaba a despertarse

-Justin Morgan, me haría el gran favor de irse a sentar a su banca y aún mas, de dejar de usar mi aula como su lugar para la siesta? Ya se lo he dicho, a dormir a su habitación, parece en este instante de mi silla

Dió un respingón al escuchar los libros contra el escritorio, se quitó el libro de los ojos, pero eso no evitó que se diera contra el piso cuando la silla había tomado un angulo demasiado agudo, claro no le pasó nada, ni a la silla por suerte, pero eso no evitó que soltara un quejido del gope contra el piso.

-Ya!, ya me levantó! -resongó- Que culpa tengo que sea siempre el que me toca a primera hora!

Se levantó rápido, dejando la silla en su lugar y el en su banca, por suerte era igualmente comoda, por una silla y una mesita que igualmente le ayudó acomodarse, se volvió a poner el libro en la cara, pero no se durmió, solo tenía los ojos cerrados, disfrutando de los sonidos de la escuela, unos niños riendo en el primer piso, las chicas chimoseando, el profesor acomodando las tareas.

-Yo no pedí que fuera esta hora, pero aún así merece respeto, aunque fuera pintura la primera

Se sentó en su silla, abriendo el libro de texto de esa clase y sacando las tareas de su portafolio para comenzar a revisarlas. Que de hecho la de Justin estaba entre las que no sabia si corregirles con todo el rigor o dejarlo para que solo le entregaran una composición después para subir su nota. La miro y observo al joven que parecía de nuevo en su mundo, aclarándose la garganta para llamar su atención, pasando los dedos por su cabello para quitarse algunos mechones que se habían desacomodado

-Morgan, ven acá. Tengo que hablar contigo y parece que lo haga mejor si no es enfrente de tus compañeros, tu tarea parece hecha por un niño de kínder, pedí tres cuartillas y tu entregaste media y no es más que la copia de al contraportada del libro y un: esta bueno, puesto por ti…

Abrió los ojos dando una gran media circunferencia, nadie dijo que la escuela fuera lo suyo, además no había tenido tiempo de hacer la tarea, había... había... cielos, no recordaba que había ido hacer... a sí!, había ido a "tomar" con el hijo del profe como solí hacerlo cuando estaban aburridos, pero bueno. Se levantó dejando el libro en la mesa.

-Bueno lo de "esta bueno" fue una mentira blanca, me quede dormido apenas lo empece a leer -soltó sentandose en la mesita enfrente del escritorio

Balanceo sus piernas jugando un poco, no le había gustado el libro, en serio que no, estaba demasiado aburrido, y poco interesante, le sorprendía que él hubiera elegido ese libro.

-No debería escoger de los libros de la bibliografía del programa, usted tiene mejores gustos -dijo tomando uno de los boligrafos del profesor para rayar sobre su pantalón algunas ideas que se le veían a la cabeza para sus nuevas piezas en el piano.

-Sabes que escojo uno de los del programa y los demás los saco de lo que yo decido que es mejor. Créeme que yo detesto este libro, es presuntuoso como el que lo escribió. Los americanos no saben mucho mas que de ansiar dinero. Además es joven, vivió en los años vente del pasado siglo, corredor de bolsa

Bueno era la verdad, y con Justin lo podía decir por debajo de la mesa. Le agradaba el joven, y pro eso era que el exigía en veces de mas, pro que le gustaba que le dijera como eran las cosas, le diera un reporte que valiera la pena revisar, que después de Henry, si no es que al mismo nivel, sus trabajos eran buenos y se notaba que usaban la cabeza

-Pero es la neo economía y podías haberme hablado sobre eso, decir que el libro era un asco y hablarme sobre la economía de empresas, la espacial y la internacional. Eso me debatiste la clase pasada, podías haberme hecho un buen reporte, diciendo que para ti el libro había sido un bodrio total. Y no te estes escribiendo partituras en el pantalon, usa una hoja ya te lo he mencionado

Por un segundo ignoró las palabras del profesor, no lo hacía aproposito, es que de verdad que en ocasiones solo escuchaba la música en su cabeza, muchos se reían de él cuando lo decía y de pronto ¡Bam! salía. Regresando a lo de economía... sí, cierto era un bodrio, algo sin sentido, tan repetitivo y complicado que al final no había dicho que nada.

-Creo que con mi poco interes de redactar algo de valor era suficiente -murmuró- No tenía además una idea clara, el tipo solo hablaba, hablaba... era como un aburrido sermón, diablos, odio que solo hablen de cosas nacionales, tan perfecta fue su economía que no se dieron cuenta en que momento sobreestimaron su moneda -se mordió la lengua- Además el reporte era hablar del libro, no aluscinarme de mis utopías económicas

Dejó la pluma sobre el escritorio, si no lo hacía no sabía como detenerse, siempre le pasaba, hasta que el profesor terminaba sujetandole. Se rascó la nuca, levantando la mirada al techo pensando.

-Dejem otro, libro, ya vere que escribo.

-Lo hare, pero quiero que prestes mas atención de vez en cuando. No me gusta dar clases a piedras y tablas que eso parecen muchos de ustedes, tu dormido y otros platicando, ni pareciera que tiene mas edad de la que aparenta su cuerpo

Le miro, para sacar uno de sus libros favoritos del portafolio, dejándoselo enfrente en cuanto se levanto de su silla. Miro el reloj, no tardaban en llegar los demás, si nada impedía eso y dudaba bastante que algo detuviera eso.

-Trata sobre la escuela austriaca, es la escuela que mas me agrada, sus pensamientos son renovadores, como la marxista. Quiero que lo leas todo y me comentaras algo sobre cada capitulo, es un libro corto, interesante y no tienes pretexto esta vez de no entregar un trabajo decente. Si no lo entregas para el viernes, te reprobare todo el semestre, entiendes? Y tendremos clases privadas después de clases durante todo ese semestre

Abrió los ojos, ¿quería que fuera la nueva cosita espiada de sus hijos?, bueno, conociendo al profe solo serían clases, y platicas interesantes, tomo el libro masajeando el tabique. Revisó el libro, a comparación del anterior ese esta chiquito, pero seguro, a como decía el profe debía ser muy interesante, le gustaba la vida que tenía.

-Clases durante el semestre??? Oh vamos profe, habla en serio? Su hijos me van a poner espias si se enteran

Empezó a hojear el libro... uhmmm... noe staba mal, seguro podría tener algo bueno para el viernes, camino de nuevo a su lugar, guardando el libro con cuidado, sonriendose... un poco, le gustaba que le prestara sus libros, tenían.. algo que le gustaba.

-usted y el profe de mate estan malditos, nadie les presta atención -bromeó acomodandose sus rubios cabellos.

-Si, pero a Caym no le prestan atención por que se la viven viéndole la parte baja de la espalda. Incluido un jovencito de ojos violetas, que si alguna vez lo veo más allá de estarlo espiando, me enojare con él y usare a ese profesor de matemáticas de tapicería en mi habitación de aquí.

Se aclaro la garganta, ahí iba de nuevo su ataque de papa oso con su principito, pero es que pro que él!! Era todo lo que no quería para su príncipe, sobre todo cazador o de familia cazadora y humano para acabar de hacer las cosas interesantes.
Se levanto de nueva cuenta, yendo a abrir una de las ventanas y dejar entrar el frio aire nocturno para relajarse. Se recargo en la orilla de la ventana, mirando el horizonte con el viento moviendo ligero sus cabellos

-Y no vigilan a todos los que se me acercan, aunque creo que a ti si lo harian. Por mas que Henry diga que solo es por clases y que eres su amigo

-Ah! porque a mi si?!! es injusto!!

Le miró como acusandole de sus proximos males, y claro que espiaban a todos, otra cosa es que no se diera cuenta, si el tenía normalmente información de primera mano de todas las fechorías de sus hijos, pero aun así lo dejó por la paz, ya después vería que hacer.

-El profe no es malo, además... no suele mezclarse con estudiantes -se alborotó un poco los cabellos de la nuca- Que si quisiera ya lo hubiera hecho, le llegan cartitas al por mayor.

Bueno tampoco quería verle hecho tapiz, y más porque sabía como se pondría su amigo.

-Digan lo que digan sus hijos -se cruzó de brazos- ... tiene un buen padre

No supo por qué se sintió algo, mal, de que el dijera eso de que no se relacionaba con estudiantes. Como si el lo hiciera!! Estaba bien que sus amantes eran jóvenes, hombres o mujeres, pero tampoco era tan rabo verde como decían sus hijos. Ni tenía tantos amantes como decía la sociedad, solo le gustaba la compañía, eso era todo, no era la gran cosa.

Regreso a sentarse a su lugar, para tomar sus cosas y ver el reloj por última vez, ya era hora y no había nadie, así que se iría. Miro a Justin y arriesgándose a que el volviera a decir asalta cunas se el acerco y suspiro suave

-Creo que no habrá clases, podríamos ir a algún lugar si deseas. Platicar algo de arte o no sé, me agrada tus platicas y estoy aburrido

-Esta bien -dijo como si nada

No veía mal, salir con el profesor, además lo que decían sus hijos, nunca le había dado razón para negarse a un rato de ocio a su lado, además que también le gustaban sus platicas, sabía tanto!, y aun a él que le consideraban un prodigio en el piano, Leonard solía corregirle pequeños detalles, al igual que revisaba en ocasiones sus partituras.

-En raro que no hayan venido, quizas... una platica de la escuela o algo así -le ayudó tomando algunos de los trabajos- No se cansa de dar clases? -preguntó de la nada- Digo, debe tener cosas más interesante que ver a vampiros que se les pega la actitud colegial.

-Además, tengo ganas de escucharte tocar el piano una vez mas y me muestres tus obras nuevas escritas en camisetas, pantalones y tu trabajo. El piano de cola que te dije ya lleg, esta en el salón de musica

Le mostro la hoja de atrás de su mini resumen, donde estaba escrita una obra que le parecía bastante bella después de interpretarla en el piano de su habitación. Había hecho traer su piano de la mansión, es que extrañaba sus cosas después de todo y hasta su cama le habían traído, aunque estaba enorme.
Tomo sus cosas de manos de Justin, no le gustaba hacer cargar sus cosas a nadie y menos a sus alumnos.

-Y no, no me aburre. Me aburre mas las juntas, platicas y salidas con los mismos vampiros que he visto desde hace 300 años

No le molestó que tomara las cosas, con oir la palabra "piano" ya estaba encantado, desde que le había dicho que iban a traer un piano de cola había contados los días como si fuera su cumpleaños, el piano que tenían... si le gustaba pero no era lo mismo y solo pocas veces podía ir a tocar al cuarto del profesor. pero no pudo evitar una risa al ver la mitad de su pieza que llevaba en el pantalón en esa hoja, creía que la había perdido, no recordaba que era parte de su ensayo.

-¡ya quiero verlo! -soltó como niño en navidad- Bueno... cuando lo pinta de esa manera, lo comprendo, muchos... vienen aqui por eso, aparte de huidas y cosas así

Sí, era mejor ese lugar, aun con cazadores por allí, podía estar con otros, y... había conocido a Henry... a su padre, sonrió muy levemente, aun hasta a Caym.

-Ya... no tento tantas obras sobre mi ropa -sacó un cuaderno que le había regalado Henry

Miro el cuaderno, lo reconocía, pro que Henry siempre se la vivía haciendo cuadernos. No sabía pro que los seguía haciendo! Se ponía a cortar las hojas, a coserlo y siempre ponía las cubiertas en piel, como había visto en sus viejos cuadernos de cuando él era joven y le daba risa verlo tan abnegado haciendo cuadernos. Pero el gustaba que esta vez se lo hubiera dado a alguien más que a el mismo y su viejo, como ahora Henry le decía.

-Henry jamás le había dado uno de sus cuadernos a nadie, claro que se que sus hermanos mayores lo molestan tanto que no los quiere más allá de lo obligatorio y a sus hermanitos se que jamás se los daría por que los hacen trizas, pero me alegra que al fin tenga un amigo en el que confía tanto. Peor bueno, técnicamente son de la misma edad, no hay abismos como muchos de sus conocidos, contigo puede ser de verdad él

Le guio hasta el salón de música, donde se dejaba ver el hermoso piano de cola, negro y bien pulido con su banquillo recién tapizado. Mejor ahí que en casa, llenándose de polvo que el segundo de sus hijos era el único que lo tocaba y a escondidas de Leopold por que el mayor se celaba de lo bien que lo hacía.
Dejo sus cosas sobre una de las mesitas, abriendo la tapa del piano para que la música llenara mejor el ambiente, acariciando las teclas con delicadeza y sonriendo de medio lado

-Un piano Petrof, uno de los primeros que hizo, creo que en 1864 o 65, no recuerdo ya bien

Eso si no lo sabía!, se sonrojó por imaginar aquel detalle, y el de ingrato que a cada rato le arrancaba hojas porque se desesperaba que no le salía lo que deseaba, hasta había tenido el detalle de que fuera pautado. Ya vería... como compensar ese detalle. Estando con Henry, se sentía bien, no tenía que estar fingiendo, además que no era como el común de los clase A, que lo trataban como perro porque era convertido.

Entró al salón... y soltó un gritito ahogado, ¡no podía creerlo!, corrió hacía el piano, apenas tocando su silueta, solo había podido tocar unas cuantas veces en uno, sí, aunque sonara impresionante, solo había podido tocarles remotamente en sus cien años de vida, en una de esas grandes orquestas donde alguna vez tocó cuando estaba vivo o cuando en alguna casa tenían, él tenía uno, pero... no un petrof... siempre que les tocaba, recordaba la primera noche que tocó uno...

-Tengo algo en el ojo -dijo bajo limpiandose una lagrima traicionera.

Se sentó en el banquillo, buscando una pluma para pasar esa melodía a medio hacer.

-Más te vale cuidarlo, o el hermano de Henry te vendrá a patear si maltratas a su niño. Se lo compre a él después de que pasara horas haciendo un berrinche parecido a los que hace su hermanito. Pero no lo ha tocado en más de 10 años, así que preferí traerlo aquí donde si le darán un buen trato y no como si fuera un mueble viejo, no la pieza de arte que es.

Le dejo una mano en el cabello, era un gesto que tenia con sus hijos y sobrinos, y la verdad, el no le veía nada malo a que Justin fuera un clase D. Tenía mucha más educación y neurona que muchos de los A, incluidos, lamentablemente, unos de sus hijos. Se sentó en uno de los sillones que ahí había, para darle espacio al rubio de trabajar sin que nadie lo distrajera ya más de su trabajo y su arte

-Hasta has hecho que Henry toque de nuevo violín, hacia mucho que no lo escuchaba tocar con la pasión con que lo hace desde hace semanas

Y ni loco le haría nada, hasta le daban ganas de cerrar el lugar, atrancarlo bien, para que ningún idiota le tocara, esa una pieza magnífica, todo era perfecto, su sonido... su aspecto, todo, hasta era tan firme y a la vez como seda el tocarle. Estaba encantado con la idea que pronto terminó de escribir su obra.

-... bueno... después de obligarlo hacerlo a cada rato, no me sorprende que se haya resignado -bromeo

Es que desde que sabía que tocaba violín, le pedía ayuda para sus composiciones y tambien no paraba de darle solos, al igual que duetos para divertirse y sacarle un poco de su aburrimiento cotidiano. Dejó el cuaderno a la vista... justo frente a él, se acomodó bien, tragó saliva y se frotó las manos... dios... le daba nervio empezar, presionó la primera tecla, resiviendo a cambio ese precioso sonido.... desde ese momento se desconecto... olvidó el mundo, era... ese don que su padre le había dicho alguna vez, la forma de desconectarse, olvidarse del exterior, solo pasando la musica que oía en su cabeza al piano, apenas mirando el papel cuando se daba cuenta que tenía que corregir lo que tenía anotado.... era una melodía, suave, muy dulce para lo que normalmente hacía, pero algo en esos días le había empujado a hacerla.

Tomó aire cuando estaba por acercarse a esa parte que aun no resolvía, donde su cabeza de enmarañaba de ideas y posibilidades... pero... de nueva cuenta se despejó y siguió hasta llegar a un perfecto final... aunque le había sentido flojo, le... faltaba algo.

Le escucho con detenimiento, notando cada error minúsculo que tenia, anotando en su cabeza los cambios de notas que quizás funcionarían mejor cuando las cambiaran. Y cuando paro de tocar, se levanto, sentándose a su lado y tocando la parte que sentía más floja, cambiando un do menor, por un re mayor y lo sintió mucho mejor, mucho más fluido. Cerró los ojos, tocando la melodía completa, mirando al rubio para que el siguiera, marcándole en la música los ligeros cambios de notas,

-Tocar contigo, Justin es mejor que con Collin que siempre acabamos discutiendo con el gritando que el que sabe de música y ha ido a tantos conservatorios es él y que yo no sé y yo le digo que muchas de las piezas que toca, yo estuve ahí cuando se compusieron…Y acaba llamándome viejo terco y yo mocoso malagradecido….Y tu amigo y los otros tres mayores muertos de risa, con los trillizos de mi lado sin saber bien el por qué están de mi lado.

Negó con la cabeza cuando a pieza acabo, sintiéndose bastante bien. Eso le ponía nervios, lo fácil que era estar con Justin, entendía por que Henry lo quería tanto, quizás tenía un carácter muy fuerte, pero era excelente amigo y era fácil charlar con él. Pero después de todo, tenían la misma edad y eso el daba algo de nervios en veces lo bien que estaba con el rubio

Le siguió con facilidad, siempre le había gustado estar con el mayor, desde las primeras vacaciones que fue con Henry, aparte de que había sido pillado tocando en ese mismo piano, aunque tambien se preocupaba un poco... no era como se sentía con su amigo, era diferente, pero claro tampoco lo veía de un lado fraternal como siempre se lo intentaba creer.

-Collin... toca muy bien, pero siempre siento que esta tieso, como que siempre sigue las reglas, que todo tiene que ser de una forma, se va tanto por lo técnico, que olvida la música

Siguió tocando, esta vez una pieza que había arreglado con ayuda de Leonard, le había gustado más, era un mezcla de lo clásico con la new age, tambien le gustaba a Henry porque podía seguirle igualmente con el violín.

-Usted siente la musica -le miró- Y cuando toca conmigo, no se, siento como una conexión -sonrió apenado de decir eso, dios sonaba como Henry con Caym, pero realmente no lo hacía con esa intensión, o si?- Debió ser genial oir todas esas piezas de primera mano.

-Adoro a mi hijo, pero como dices, el sigue las reglas siempre. Do es do y porque si, jamás deja que algo cambie, darse la oportunidad de ver si re suena mejor que do, como tu lo haces. Pero supongo que cada uno tiene un estilo de tocar, y tu estilo es mas parecido al mío y por ello es que es tan fácil de tocar a tu lado.

Le sonrió, estaba a punto de cerrar el piano con sus dedos dentro, no actuaria como George como al primera vez que vio al rubio, además, aun recordaba esas palabras dichas antes de que Caym no se metía con sus estudiantes y el no haría tampoco nada con ninguno…Por mas que le gustara el rubio desde la primera vez que su hijo lo llevo, aunque esa vez le dio algo de pena ver como todos sus hijos traían a Justin como juguete nuevo

-Y lo fue, fue tan grandioso ir a esos enorme teatros o las iglesias, pro que antes era ahí donde se mostraban las obras tan grandes y escuchar esas canciones que te hacen soñar

Quitó sus dedos, al ver que estaba por cerrar el pieno, eso le arrebató una sonrisa, puso su manos a cada lado de su cuerpo escuchandole y mirandole con atención. Bueno... el siempre conoció los teatros como santuario para la música, claro que durante mucho tiempo se creyó que esos era los lugares para la música clásica, claro que era un error garrafal, pero como explicarlo en ese tiempo.

-Bueno... se puede decir que aprendí practicamente solo -le sonrió- Mi unico maestro, alguna vez fue mi padre, después... pues fueron los libros

Suspiró, recordando ese tiempo cuando era niño, era divertido viajar en el tiempo. Le miró atontandose un rato... siempre le pasaba y cuando se daba cuenta, se ponía rojo, carraspeo un poco y se levantó, mirando por la ventana, estaba todo muy tranquilo, al parecer habían salido o algo así, proque no había ninguno de los chicos afuera, y los humanos estaban seguramente dormidos.

-Parece ser que hubo una reunión a la que no nos invitaron, Justin. Ni vino Henry hoy a clases, con que no esté haciendo nada tonto me siento conforme de lo que esté haciendo. Creo que entonces tu y yo debemos hacer nuestra propia fiesta, no? Escoge a dónde iremos ya que no hay clases y eso nos da pauta a ir a pasar la noche a la ciudad

Bueno, no le veía lo malo a ir a cenar algo, caminar un rato al parque y después despedirse para irse cada uno a su habitación. Estaba con ganas de salir un rato, distraerse de las clases y todo el ambiente de la escuela.
Hacia ya días que no salía a caminar, a pensar en cosas más triviales o simplemente sentarse a ver el manto nocturno. Y mucho mejor si era en compalia del rubio, por que se sumaba una platica comoda..Y una compañia ahun major, claro que jamas diria nada de eso a nadie

-Prometo que no hare nada, yo también se respetar a mis alumnos

Soltó una risa bajito, bueno... no lo dudaba, no conocía aun a algun alumno que henry hubiera espiado, pero ya que tenía la oportunidad de salir con Leonard-san, pues podían ir a un bar lounge que conocía, era un bonito lugar, tranquilo buena música y ya en una hora seguro empezaría un poco de rock, pero más que eso adoraba que predominaba un metal sinfónico.

-Le parece si vamos a un bar? No esta en el centro de la ciudad, seguro le gustara

Se pasó la mano por los rubios cabellos, guardando su cuaderno en la mochila mirandole con una sonrisa.

-Creame vale la pena -le sonrió como a sus victimas cuando les tenía atrapadas y a punto de darles la mordida