Justin Morgan

X_Nombre: Justin

x_Apellidos: Morgan

x_Edad: 109 y aparenta 17

x_Curso: 2ª año

x_Rango: Nivel D

x_Cumpleaños: 5 de Febrero

x_Gustos: Homosexual

x_Tendencias: Suke (Seme o Uke, en realidad le da igual, la cosa es disfrutar)

x_Le gusta: Tocar el piano, ha sido durante toda su vida su escape del mundo. Desde que tiene memoria suele dormir bastante y se pone de mal humor cuando no lo hace. Caza tanto por hambre y diversión; una oscura pasión pasada por su maestro. Adora hacer sufrir a la gente cuando le hartan y alejarla a como dé lugar. Los animales, aunque eso no incluye a los de su grupo xD. Es bastante hábil en tiro con arco y esgrima. Es fan de viajar por todo el mundo, conocer cosas nuevas y romper todo tipo de regla que se le ponga en el camino. Apasionado por las noches de placeres carnales y nada de por medio. Adora las historias de su tierra natal como sus comidas.

x_Odia: El humo del cigarro, los aromas fuertes, como que anden husmeando en sus pensamientos. Detesta a la gente y a los mayores. Es terriblemente malo para la Física. Se confunde y molesta cuando alguien llega a tocar más de lo necesario de su alma, terminándole echando con todo su malhumor y desprecio. Aborrece que intenten controlarle como entrometerse en su vida y pasado.

x_Hobbies: Pasar largas horas en el piano, es quizás de las pocas cosas que hace revelar lo que realmente pasa en su interior, compone melodías, también está aprendiendo otros instrumentos pero su favorito siempre será el piano. Practicar esgrima y tiro con arco. Leer y pasear durante largas horas bajo la luz de la luna. Hacer tiradas de tarot y alguna que otra locura de adivinación, le parece divertido y más que lleguen a creerle. Tomar fotografías.

x_Físicamente: Mide 1.85, es bastante pálido, de ojos color miel; de mirada penetrante y bastante altiva, cabello rubio lacio, suave y corto. Suele ser muy expresivo, pero se mantiene en algo más neutro cuando esta con desconocidos, o gente que no le agrada. Tiene una voz agradable, al igual que una risa un poco perversa, pero contagiosa si está de buen humor.

x_Interiormente: Es cierto que tiene malhumor, en ocasiones siendo demasiado voluble e intranquilo, pero aun con su aspecto de delincuente juvenil, es un muchacho muy atento y responsable, no importe la cabeza a las provocaciones de al gente, más bien la ignora de forma olímpica, no detesta la vida, detesta quien la rodea. Es demasiado cambiante y como un día puede ser amable contigo al otro puede ser un total desconocido. No se conecta con nadie, ni por más importante que se vuelva para otros, su alama está demasiada herida, pero no significa que no esté dispuesto a darte una mano cuando lo necesites, solo que de forma muy urgente. Suele ser algo travieso y romper las reglas. Tiene tendencias bastante sanguinarias, ya que no sabe medir correctamente su apetito, ni sus instintos que si permanece demasiado sin alimento se vuelven casi bestiales. No tiene sentido del tacto, así que no suele medir sus palabras, hiriendo sin querer a la gente o sin estar consciente. Como amante siempre elige el momento, lugar y situación adecuada, aunque también le gusta tentar a la sorpresa y destino, no se mantiene firme con sus amantes, al primer indicio de afección real sale corriendo. Huye de los problemas cuando siente que se han salido de sus manos, por ello ha dejado demasiados ciclos abiertos que siempre retornan cuando no queda más que la palabra “inevitable”.

x_Vestimenta: Es bastante casual en su vestimenta, jeans, camisas, y cazadoras, pero también adora la vestimenta oscura y llamativa de las tribus urbanas actuales. Tiene una perforación en su oreja derecha y tres en la izquierda, con tres más en la muñeca izquierda, sobre la piel de su hombro de igual lado tiene tatuado un sol.

x_Historia del pj: En su vida humana vino al mundo casi al principio del siglo XX, su padre era militar y su madre una mujer con ciertas aspiraciones literarias, nació en la India donde su padre residía por cuestiones de su país. Su padre decía que fue bendecido con el don de la música ya que a sus cuatro años ya tocaba el piano como todo un prodigio, claro que siendo un niño no estaba al tanto de su era un don o no, el solo le importaba salir a jugar con sus los otros niños y divertirse explorando los bosques cercanos. Le gustaba mucho su hogar juntos a sus padres, más a su padre que solía consentirlo y mimarlo, su madre era una mujer muy frívola, ella odiaba como ella llamaba “ese lugar, al contrario de su padre que siempre le consideró a la India como algo totalmente mágico e interesante, además que perfectamente tranquila para educar a su hijo. Las tensiones familiares siempre se hacían más notorias, pero a él casi no le importaban, cuando estaba en casi si, pero en cuanto salía era envuelto en las historias de su nodriza y de sus amigos, aunque era un niño muy diferente por esos ojos parecidos a los fieros tigres y el cabello tan rubio, le aceptaban como tal por tener un carácter bastante inquieto y llamativo.

Un día su madre sin decirle mucho le hizo una maleta y se lo llevó a Londres, no entendía nada, y siempre que preguntaba por su padre o cuando volverían solo recibía reproches e insultos de parte de su progenitora. Vivían en un buen barrio, en un desván que una conocida de su madre les cedió, no le vio nada de malo, pero su madre maldijo a todos los vientos por su desventura que tontamente creía que su familia le recibiría con los brazos abiertos, y más llevando a un niño de un matrimonio que ellos no consintieron. No solía reñir con la mujer, pero un leve resentimiento se formuló en su infantil alma, y fue creciendo con la obsesión que nació en ella de tenerle encerrado, ni siquiera podía rondar la casa porque armaba un escándalo que ni su amiga sabía cómo bajarle. Solía escaparse, cuando no había nadie en la casa y la sirvienta le abría invitándole a comer y tocar esas hermosas melodías.

Se sintió terriblemente agobiado cuando su madre volvió hacer las maletas, esta vez irían según ella aun mejor lugar, un palacio, lleno de majestuosos jardines, para él, nada de sus promesas ya tenían sentido, claro ella no esperó respuesta, hacía casi un año que parecía que el niño había perdido el habla. Tomaron un carruaje, el tren y llegaron a Irlanda, era cierto llegaron a un palacio, pero… en el contrato no estaba el niño, fue de nueva cuenta encerrado y delegado una vez más, claro que la vida era caprichosa e igualmente las criadas le cuidaban y querían, en especial una de ellas, una mujer demasiado hermosa, mucho más que su madre. Ella igualmente que la criada anterior amaba como tocaba el piano, era su forma de conllevar la vida de un ave enjaulada “cantando”, como también la mujer le enseñó a tocar el violín, pero prefirió el dúo que hacían al tocar. Un día, que sus padre volvían temprano de una de sus reunioncitas, escucharon las risas que se armaban en el salón cuando le dejaban bajan los sirvientes, al igual que esas melodías tan perfectas que cautivan a cualquiera que les escuchara. Su padrastro solo vio en eso una forma de sacar dinero del hijo de su mujer, así conoció diferentes países, como un joven prodigio.

Su viaje llegaría a un vórtice al llegar a Berlín, una presentación cualquiera, pero no entendía porque ese día se vio tentado de romper las reglas, estaba cansado, arto de escuchar a sus padres hablar entre ellos y solo tenerlo a él como una caja de música, como si solo fuera un objeto que manejaban a su antojo, dijeron que esa noche fue la mejor interpretación que jamás dio, quizás porque estaba lleno de una rabia que no supo otra forma mejor de expresar, hasta que en la última pieza no siguió el guión tocó otra totalmente diferente, tan violenta y perfecta que fue la firma en su sentencia de muerte. Salió hecho una fiera sin escuchar a nadie, solo salió del teatro maldición en voz alta… hasta chocar con aquel hombre, un hombre que le sonrió con una sutileza impecable, no le pareció real, para nada real, pero aun así fue guiado a su carroza, llevado a un bar que aun siendo menor le sirvieron el mejor vino, la mejor cena, no entendió como ese extraño le hizo hablar lo que nunca en sus 17 años hablo. Ese día no regresó al hotel donde se estaban hospedando, ni el siguiente, estaba encantado por esa persona, no le importó darle su cuerpo por estar otra noche juntó a él, durante una semana se olvidó de quien era, o de donde venía, no quería regresar, pero cuando la noche del quinto día llegó, aquel hombre desapareció. Todo lo bueno tenía que acabar.

Después de la paliza que recibió de su padrastro, le llevaron a Ámsterdam , volvió a tocar el piano como todas las noches, pero en esta vez no había ira, era un llamado, un llamado silencioso, que alguien contestó, alguien que dijo conocer a aquel hombre que había conocido en Berlín, y que igualmente le pareció irreal, le siguió, pero esta vez le llevó a una mansión, donde le hizo de nueva cuenta tocar en el piano del salón, algo no le daba buena espina. Su nuevo anfitrión, le hizo volver a probar los placeres de la carne, pero a la noche siguiente sacó a relucir sus planes, el primer paso fue desangrarle en aquella cama de sábanas de seda blanca, después arrebatarle de los brazos de la muerte.

La vida junto a su creador no fue la gran cosa, era un tipo celoso, que siempre exigía y conseguía lo que deseaba, al punto de dejarlo en la locura. Parecía no saciarse, ni de sangre ni el cuerpo de su creación, muchas veces le desfiguró el rostro cuando se defendía, pero siempre volvía a él, como el ser perfecto y hermoso que había conocido esa maldita noches. Estando arto de sus abusos, un día formuló una fácil solución, con la cuerda del piano mientras dormía después de ahogarse en sangre y lujuria, le descuartizó. Huyó lo suficientemente lejos para creerse a salvo y al menos a un se cree a salvo.

x_Algún secreto: Su pasado, y que tiene una mascotita.

x_Familia: Espera que nadie.

x_Imgánes: